El edificio administrativo para la AOK corona la propuesta del complejo localizado en un punto estratégico de Pforzheim, funcionando como articulación entre los flujos de transporte principales de la estación central, la estación ZOB de autobuses y el centro de ciudad peatonal más doméstico. La pieza tiene la clara voluntad de funcionar como una "recepción" de estos flujos y otorgar al entorno variedad de espacios de soporte y servicios para el ciudadano. El concepto de proyecto parte de la maxima ocupacion, un macizo completo de toda el área, que ordenará la transición de múltiples escalas que se producen en el lugar. A este macizo se le aplican unos vaciados por franjas y se acerca el máximo posible la colocación del edificio principal AOK al enclave más privilegiado. Las grietas producidas permiten la lectura de 5 volúmenes colocados transversalmente, en continuidad tipológica y formal con el resto de edificios existentes en la misma area urbana. El vacío entre la secuencia de cuerpos genera valiosos espacios urbanos de escala acotada para el ciudadano que se beneficiaran de las conexiones visuales norte-sud de Pforzheim. El desnivel del terreno existente es una oportunidad para organizar cada una de las diferentes entradas al edificio y otorgarles un carácter diferenciado según el programa que cada uno alberga. El sistema constructivo que resuelve la envolvente se basa en pilastras y travesaños de hormigón prefabricado coloreado con arcilla terracota, material que dota al edificio de un color rojo-cobrizo que realza su personalidad al mismo tiempo que lo mantiene en un cromatismo común en Pforzheim. Este material bruto y mate contrasta con el acabado reflejante del vidrio y del aireador metálico que cada hueco alberga, recordando el conjunto de ventanas al destello de una joya, elemento icónico tan presente en la historia pasada y presente de la ciudad.